Nuestros Padres Fundadores están siempre presentes en nosotras, Madre Antonia y Padre Serra, nos marcaron el camino, nos mostraron nuestro horizonte, recorrer un camino de Misión junto a mujeres siguiendo los pasos de Jesús Redentor.
Hoy día 8 de septiembre aún los recordamos más. Un 8 de septiembre de 1886, fallecía en Benicassim, Padre José María Benito Serra. El hombre que fue llamado a ver la realidad sufriente de un viejo hospital de Madrid donde yacían los rostros sin luz de mujeres que agonizaban en soledad, en el mayor de los desamparos y en total indefensión.

Una realidad que le conmueve, le toca en lo más íntimo, y se siente obligado a hacer algo por aquellas que no cuentan para la sociedad y malviven en la exclusión.
“Si nadie me ayuda lo haré solo, con la gracia y ayuda de Dios. Si todas las puertas se les cierran, les abriré yo una donde se puedan salvar” afirmó Serra.
Agradecidas por su legado, por su visión, y el carisma y Misión entregados, renovamos junto a él nuestro compromiso, nacido de Nuestros Padres Fundadores, y celebramos su vida, una vida que abrió y sigue abriendo muchas puertas.