El 1 de junio de 1864 se abrían en Ciempozuelos (Madrid) las puertas del Asilo de Nuestra Señora del Consuelo y, con ello, daba inicio la labor que, seis años más tarde, daría lugar a nuestra congregación: las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor.
Lourdes Perramon, superiora general, comparte hoy esta reflexión:
«Así está la parra en Ciempozuelos. 157 años después, siguen brotando nuevos frutos que la fuerza misteriosa de la vida hace madurar y regalarse en manjar sabroso. Que seamos como familia oblata, ayuda y cuidado para la renovación que el Espíritu implanta en la esencia carismática de nuestras comunidades y proyectos»
¡Feliz día a toda la Familia Oblata!
